El presente parte sobre el brote de viruela símica en varios países es una actualización del parte publicado el 4 de junio, con datos puestos al día, información más detallada sobre la descripción clínica de los casos, las medidas para incrementar la seguridad en las aglomeraciones y presenta de nuevo orientaciones resumidas, en particular sobre la vacunación.
Información básica sobre el brote
Desde el 13 de mayo de 2022, se han notificado casos a la OMS desde 28 Estados Miembros de cuatro regiones de la OMS (la Región de las Américas, además de la Región de Europa, la Región del Mediterráneo Oriental y la Región del Pacífico Occidental) en que la viruela símica no es habitual o no se ha notificado previamente (figura 1). Además, desde principios de año se han notificado 1536 presuntos casos en ocho países de la Región de África de la OMS, de los que se han confirmado 59 además de notificarse 72 víctimas mortales.
La detección continua del virus y las muertes notificadas en algunos países de la Región de África ponen de relieve la necesidad de comprender mejor la fuente y la dinámica de transmisión y de proporcionar a las personas la información y el apoyo que necesitan para protegerse y proteger a los demás en diferentes contextos.
Si bien las investigaciones epidemiológicas siguen en curso, la mayoría de los casos notificados en los países recientemente afectados han acudido a los servicios de salud sexual u otros servicios de salud prestados en establecimientos de atención primaria o secundaria de salud tras haber viajado a países de Europa y América del Norte, y no a países en los que se sabe que el virus circula. En los países en que la viruela símica está presente desde hace tiempo se precisan más análisis para comprender las fuentes de infección en curso y nuevas.
La aparición repentina e inesperada de la viruela símica simultáneamente en varias regiones sin vínculos directos e inmediatos de desplazamiento a zonas en que la viruela símica está presente desde hace tiempo sugiere que puede haber habido transmisión no detectada durante varias semanas o incluso más.
La OMS estima que el riesgo a nivel mundial es moderado teniendo en cuenta que esta es la primera vez que se notifican simultáneamente muchos casos y conglomerados de casos de viruela símica en muchos países de zonas geográficas de la OMS muy dispares.
Descripción del brote
A 8 de junio, se habían notificado a la OMS 1285 casos confirmados por laboratorio y un caso probable desde 28 países de cuatro regiones de la OMS en que la viruela símica no es habitual o no se había notificado anteriormente. Ello representa un aumento de 505 casos confirmados por laboratorio desde el parte anterior, de 4 de junio de 2022, en el que se notificaron 780 casos. A 8 de junio de 2022, no se han notificado muertes conexas en esas cuatro regiones.
De los casos notificados en esas regiones, la mayoría (87%) de los casos confirmados proceden de la Región de Europa de la OMS (1112). También se han notificado casos confirmados en la Región de las Américas (153), la Región del Mediterráneo Oriental (14) y la Región del Pacífico Occidental (6). El recuento de casos fluctúa a medida que trasciende y surge diariamente más información y se verifican los datos en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (RSI 2005) (cuadro 1).
Hasta la fecha, el cuadro clínico de los casos de viruela símica asociados a este brote ha sido variable. Muchos de los casos no presentan el cuadro clínico de la viruela símica que se describe habitualmente (fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, seguida de erupción concentrada en la cara y las extremidades). Entre las características atípicas descritas se incluyen: aparición de solo unas pocas lesiones o incluso una sola lesión; lesiones que comienzan en la zona genital o perineal/perianal y que no se extienden hacia otras zonas; lesiones que aparecen en diferentes etapas (asíncronas) de evolución; y la presencia de lesiones antes de la aparición de ganglios linfáticos inflamados, fiebre, malestar general u otros síntomas. Los modos de transmisión durante el contacto sexual siguen sin conocerse; si bien se sabe que el contacto físico estrecho puede conducir a la transmisión, no se sabe exactamente la función que desempeñan los líquidos orgánicos sexuales, en particular el semen y las secreciones vaginales, en la transmisión de la viruela símica.
La situación evoluciona constantemente y la OMS prevé que se detecten más casos de viruela símica a medida que se amplíe la vigilancia en todos los países y regiones.
Figura 1. Distribución geográfica de los casos de viruela símica notificados a la OMS o detectados por la Organización a partir de fuentes públicas oficiales, entre el 13 de mayo y el 8 de junio de 2022, a las 17.00 horas CEST
Cuadro 1. Casos de viruela símica en países en que la enfermedad no se suele notificar o no se ha notificado previamente, del 13 de mayo al 8 de junio de 2022, a las 17.00 horas CEST
Además de los casos notificados o detectados en los países recientemente afectados, la OMS sigue recibiendo información actualizada sobre la situación de los brotes de viruela símica en curso y los nuevos casos notificados en países [1] de la Región de África a través de los mecanismos de vigilancia establecidos (en particular el sistema integrado de vigilancia y respuesta a las enfermedades). Desde principios de 2022, se han notificado 1536 casos presuntos con 72 víctimas mortales desde ocho países a 8 de junio de 2022; durante este mismo periodo se han notificado 59 casos confirmados en seis países (cuadro 2). Esta cifra incluye también casos de Ghana, país que no había notificado previamente casos humanos, aunque un brote de viruela símica ocurrido en los Estados Unidos de América en 2003 se vinculó a mamíferos pequeños importados de Ghana. El fortalecimiento de los laboratorios en países en que la viruela símica está presente desde hace mucho tiempo es prioritario para facilitar la confirmación de presuntos casos.
La tasa de letalidad observada en la Región de África subraya la necesidad de prestar apoyo a todos los elementos de la respuesta, incluidos, entre otros, la sensibilización, la comunicación de riesgos, la vigilancia, el apoyo con pruebas diagnósticas y de laboratorio, y la investigación y el análisis en la Región. La OMS facilita orientaciones y formularios de notificación a los países en que la viruela símica está presente desde hace tiempo, así como a los países que se han visto afectados recientemente.
Cuadro 2. Casos de viruela símica en la Región de África de la OMS notificados desde enero de 2022, a 8 de junio de 2022 [1]
[1] Para obtener información adicional, consulte el Boletín semanal de AFRO de la OMS sobre brotes y otras emergencias aquí.
Respuesta de salud pública
La OMS sigue apoyando el intercambio de información. Se ha activado la respuesta a incidentes clínicos y de salud pública para coordinar la búsqueda integral de casos, el rastreo de contactos, la investigación en laboratorio, el manejo clínico, el aislamiento y la aplicación de medidas de prevención y control de infecciones. Se lleva a cabo la secuenciación genómica del ADN vírico, cuando está disponible. Varios países europeos (Alemania, Bélgica, Eslovenia, España, Finlandia, Francia, Israel, Italia, los Países Bajos, Portugal, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Suiza) y los Estados Unidos de América han publicado secuencias completas o parciales del genoma del virus de la viruela símica presente en el brote actual. Si bien las investigaciones siguen en curso, los datos preliminares procedentes de los ensayos de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) indican que los genes del virus de la viruela símica detectados pertenecen al clado de África occidental. Algunos Estados Miembros están utilizando dos tipos de vacunas (ACAM-2000 y MVA-BN) como profilaxis para los contactos directos. Puede que otros tengan suministros de otros tipos de vacunas (por ejemplo, LC16).
Se están elaborando o ya se han elaborado orientaciones provisionales para ayudar a los Estados Miembros con la sensibilización, la vigilancia, las pruebas diagnósticas y las pruebas de laboratorio, la investigación de casos y el rastreo de contactos, el manejo clínico y el control y prevención de infecciones, las vacunas y la inmunización, y la comunicación de riesgos y la participación comunitaria.
La OMS ha elaborado los siguientes documentos:
Información para la población en general y los grupos de riesgo
Orientaciones técnicas para los países
Documentos en proceso de elaboración (para más información, véase más abajo la sección «Consejos de la OMS»)
Evaluación del riesgo por la OMS
Actualmente, el riesgo para la salud pública a nivel mundial se considera moderado teniendo en cuenta que esta es la primera vez que se notifican simultáneamente casos y conglomerados de casos de viruela símica en muchos países de zonas geográficas de la OMS muy dispares y sin vínculos epidemiológicos conocidos con países en que esta enfermedad viene notificándose desde hace muchos años. Los casos se han detectado principalmente, aunque no siempre, entre hombres que declaran formar pare de redes sexuales extensas. La aparición repentina y la amplia escala geográfica indican que la transmisión generalizada de persona a persona está en marcha, por el momento todavía principalmente en un solo grupo demográfico y social, y que el virus puede haber estado presente y sin ser detectado durante varias semanas o más. Además, actualmente hay información epidemiológica y de laboratorio limitada, y el número real de casos está probablemente subestimado. Ello puede deberse en parte a la falta de reconocimiento clínico temprano de una infección que, hasta ahora, incidía principalmente en África occidental y central, a la vigilancia limitada y la falta de pruebas diagnósticas rápidas.
En estos momentos, la transmisión en los países recientemente afectados está vinculada principalmente a contactos sexuales recientes. Existe una alta probabilidad de que surjan nuevos casos con cadenas de transmisión no detectadas, incluso posiblemente en otros grupos de población. Dado el número de países de diferentes regiones de la OMS que han notificado casos de viruela símica, es muy probable que otros países detecten casos y se produzca una mayor propagación del virus. La transmisión de persona a persona ocurre a través del contacto físico estrecho o directo con lesiones infecciosas o úlceras mucocutáneas (a través de la transmisión cara con cara, piel con piel, boca con boca, boca con piel), incluso durante la actividad sexual, de gotículas respiratorias (y posiblemente aerosoles de corto alcance) o de contacto con materiales contaminados (por ejemplo, sábanas, ropa de cama y prendas de vestir).
Aunque el riesgo actual para la salud humana y para la población general sigue siendo bajo, el riesgo para la salud pública sería mayor si el virus aprovecha la oportunidad de establecerse como patógeno humano generalizado. También corren riesgo los trabajadores de la salud si no usan el equipo de protección personal (EPP) adecuado para evitar infectarse; aunque no se ha notificado ningún caso en el brote actual, el riesgo de infecciones relacionadas con la atención de salud se ha documentado en el pasado. Existe la posibilidad de un mayor impacto en la salud con una mayor difusión en los grupos vulnerables, ya que se reconoce que el riesgo de síntomas graves y mortalidad es mayor entre los niños y las personas inmunodeprimidas, entre ellas las que tienen una infección por el VIH mal controlada. Los efectos de la infección por viruela símica durante el embarazo se conocen poco, aunque los escasos datos disponibles sugieren que la infección puede conducir a resultados adversos para el feto o el recién nacido.
Hasta la fecha, se ha observado que todos los casos detectados en países recientemente afectados cuyas muestras fueron confirmadas por PCR se infectaron por el clado de África occidental. Se conocen dos clados de la viruela símica: uno detectado en África occidental y otro en la región de la cuenca del Congo. El primer clado se ha asociado en el pasado con una mortalidad general más baja (menos de un fallecimiento por cada cien casos), mientras que el clado de la cuenca del Congo parece causar síntomas más graves con una tasa de letalidad previamente notificada de un fallecimiento por cada diez casos; ambas estimaciones se basan en las infecciones padecidas por casos registrados en África que, por lo general, eran personas jóvenes.
En el pasado se demostró que la vacunación antivariólica proporciona protección cruzada contra la viruela símica. Sin embargo, la mayoría de los personas que gozan de la inmunidad que confiere esta vacuna tienen de 42 a 50 años o más, en función del país, ya que los programas de vacunación antivariólica se interrumpieron en todo el mundo en 1980, tras la erradicación de la viruela. En la actualidad, ya no se dispone de las vacunas antivariólicas iniciales (de primera generación) utilizadas en el programa de erradicación para administrarlas a la población general. Además, la protección de quienes se vacunaron puede haber disminuido con el tiempo.
En un número limitado de países se están administrando vacunas contra la viruela y la viruela símica, si se dispone de ellas, para gestionar los contactos directos de los enfermos. Si bien se ha demostrado que las vacunas contra la viruela protegen contra la viruela símica, existe una vacuna aprobada para la prevención de la viruela símica. Esta vacuna se basa en una cepa del virus vaccinia (conocida genéricamente como cepa del virus modificado de la viruela vacunoide de Ankara, desarrollada por Bavarian Nordic, o MVA-BN). La vacuna ha sido aprobada para prevenir la viruela símica en el Canadá y los Estados Unidos de América. En la Unión Europea, esta vacuna ha sido aprobada para prevenir la viruela en circunstancias excepcionales. La Agencia Europea de Medicamentos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América y el Ministerio de Salud del Canadá han aprobado también un antivírico, tecovirimat, para tratar los ortopoxvirus. Por su parte, la OMS ha convocado a expertos para que examinen los últimos datos sobre las vacunas contra la viruela y la viruela símica, y para que proporcionen orientación sobre cómo y en qué circunstancias deben utilizarse.
Los consejos que la OMS ofrece a continuación sobre las medidas necesarias para hacer frente al brote de viruela símica en varios países se basa en su labor técnica y en las consultas frecuentes con los siguientes órganos consultivos de la Organización: el Grupo Consultivo Estratégico y Técnico sobre Peligros Infecciosos (STAG-IH); el grupo de trabajo especial del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) sobre las vacunas contra la viruela y la viruela símica; el Grupo de Trabajo Técnico de Ciencias Sociales sobre Emergencias; el Comité Asesor de la OMS en Investigaciones sobre el Virus Variólico; la consulta sobre el proyecto de investigación y desarrollo de la OMS sobre la viruela símica; el Grupo Consultivo Científico Internacional sobre los Orígenes de Nuevos Patógenos (SAGO); y las conclusiones de las reuniones especiales de expertos.
Todos los países deben estar atentos a toda seña de infección en los pacientes que presenten una erupción cutánea que evoluciona en varias fases (máculas, pápulas, vesículas, pústulas y costras, en la misma fase de evolución o en todas las zonas del cuerpo afectadas) y que puede conllevar fiebre, agrandamiento de los ganglios linfáticos, dolor de espalda y dolores musculares. Durante el brote actual muchas personas presentan una erupción cutánea localizada en distintas fases de evolución (esto es atípico para la viruela símica) distribuida en la zona perigenital o perianal, y asociada a una inflamación local y dolorosa de los ganglios linfáticos. Algunos pacientes presentan sobreinfección bacteriana, incluidas las infecciones de transmisión sexual. Estas personas pueden acudir a diversos establecimientos comunitarios y de atención sanitaria, incluidos, entre otros, los centros de atención primaria y secundaria, los centros de cribado, los servicios de salud sexual, las unidades de enfermedades infecciosas, los servicios de obstetricia y ginecología, los servicios de urgencias y los consultorios de dermatología.
Para detectar y prevenir nuevos casos secundarios y gestionar de forma eficaz el brote epidémico actual es fundamental sensibilizar a las comunidades potencialmente afectadas, así como a los proveedores de servicios de salud y los técnicos de laboratorio.
A toda persona que cumpla la definición de caso sospechoso hay que ofrecerle la posibilidad de someterse a una prueba de detección. La decisión de realizar una prueba debe basarse en factores clínicos y epidemiológicos, así como en una evaluación de la probabilidad de infección. Habida cuenta de la amplia gama de afecciones que producen erupciones cutáneas y dado que en el brote epidémico actual el cuadro clínico suele ser atípico, puede resultar difícil diferenciar la viruela símica únicamente sobre la base del cuadro clínico.
La atención de los pacientes con viruela símica presunta o confirmada exige la detección temprana mediante protocolos de cribado adaptados al entorno local; el aislamiento inmediato de los casos y la aplicación rápida de medidas de control y prevención de infecciones (precauciones habituales y basadas en el modo de transmisión); la exploración física del paciente; pruebas para confirmar el diagnóstico; el tratamiento sintomático de los pacientes que presentan la forma leve o sin complicaciones de la enfermedad; y la vigilancia y el tratamiento de las complicaciones y las afecciones que ponen en riesgo la vida del paciente, como la progresión o sobreinfección de las lesiones cutáneas y, en raras ocasiones, deshidratación extrema, neumonía grave o sepsis.
Las precauciones (aislamiento de los casos) deben mantenerse hasta que las lesiones hayan formado costras, las costras se hayan desprendido y una nueva capa de piel se haya formado debajo.
La información debe llegar a las personas que más la necesitan durante las reuniones pequeñas o multitudinarias que están por celebrarse, sobre todo en los contextos sociales y sexuales, donde puede haber contacto físico o sexual frecuente o prolongado, en particular cunado interviene más de una pareja sexual. Debe hacerse todo lo posible para evitar la estigmatización innecesaria de las personas y las comunidades que pudieran resultar afectadas por la viruela símica.
La OMS sigue de cerca la situación y colabora con los Estados Miembros y los asociados para facilitar la coordinación internacional.
Para consultar los documentos de la OMS relacionados con este tema, véase más arriba la sección «Respuesta de salud pública». A continuación, para facilitar su consulta se presenta la información fundamental actualizada y los aspectos más destacados de esos documentos y de las orientaciones que se están elaborando.
Vigilancia y notificación
La OMS ha publicado en línea una versión actualizada del conjunto mínimo de datos requeridos (en formato de formulario de notificación de casos), así como el formulario de notificación de casos del conjunto mínimo de datos sobre la viruela símica (en inglés).
Actualmente se está ultimando un formulario independiente de investigación de casos y rastreo de contactos para que lo usen los Estados Miembros, a los que se les enviará tan pronto como sea posible.
Pruebas de laboratorio y manejo de las muestras
Para más información, véase Pruebas de laboratorio para el virus de la viruela símica: orientaciones provisionales (23 de mayo de 2022).
Comunicación de riesgos y participación comunitaria
Para prevenir nuevos casos secundarios y manejar de forma eficaz el brote epidémico actual son fundamentales la comunicación de los riesgos relacionados con la viruela símica y la participación de las comunidades expuestas y afectadas, así como de las organizaciones de la sociedad civil y los proveedores de servicios de salud, incluidos los que laboran en los servicios de salud sexual, prevención, detección y atención. Asimismo, es primordial proporcionar orientación de salud pública sobre cómo se transmite la enfermedad, sus síntomas y las medidas preventivas, y dirigir la participación comunitaria a los grupos de población en mayor riesgo, a fin de reducir al mínimo la propagación. La comunicación debe ser directa, explícita e interesante para el público destinatario.
Toda persona que tiene contacto directo (por ejemplo, cara a cara, piel con piel, boca a boca, boca con piel), incluidos, entre otros, el contacto sexual, con una persona infectada con el virus de la viruela símica puede contraer la enfermedad. Las medidas de autoprotección incluyen evitar el contacto sexual con las personas que presentan una erupción anogenital o lesiones cutáneas localizadas y limitar el número de parejas sexuales; evitar el contacto estrecho con toda persona que tenga síntomas compatibles con una posible infección por el virus de la viruela símica; lavarse frecuentemente las manos con agua y jabón o con geles a base de alcohol; y adoptar precauciones al toser y estornudar.
A medida que la temporada de festivales de verano, conciertos y otros eventos comienza en el hemisferio norte, es importante trabajar con los planificadores de eventos para garantizar reuniones sin riesgo. Algunos entornos que suponen interacciones cercanas, prolongadas y frecuentes entre las personas pueden representar un mayor riesgo de transmisión de la enfermedad. Con todo, esos eventos pueden aprovecharse para sensibilizar a grupos de población específicos transmitiéndoles mensajes de salud pública. Es importante comunicarse de manera pronta, frecuente y coherente mediante los canales de comunicación conocidos y confiables, y con el lenguaje y los términos empleados por las poblaciones afectadas. Las autoridades de salud pública y los administradores de los eventos deben trabajar en estrecha colaboración para velar por que la información específica llegue a los asistentes antes, durante y después del evento. Además, es muy recomendable trabajar en estrecha colaboración con las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil que mantengan relaciones directas y de confianza con las poblaciones afectadas.
Las personas que presenten síntomas como una erupción cutánea con ampollas en la cara, las manos, los pies, los ojos, la boca, los genitales o la zona perianal, fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de cabeza, dolores musculares o cansancio deben ponerse en contacto con su proveedor de atención de salud y someterse a la prueba de detección de la viruela símica. En caso de sospecha o confirmación de viruela símica, la persona debe autoaislarse, someterse a una prueba diagnóstica y a una evaluación clínica de posibles complicaciones, evitar el contacto piel con piel y cara a cara con otras personas y abstenerse de tener relaciones sexuales (penetración insertiva y receptiva oral, anal y vaginal) hasta que todas las lesiones hayan formado costras, las costras se hayan desprendido y una nueva capa de piel se haya formado debajo. (Véase Clinical management and infection prevention and control for monkeypox, en inglés). Durante este periodo, las personas afectadas pueden recibir tratamiento de apoyo para aliviar los síntomas. Todas las personas que atienden enfermos de viruela símica deben adoptar medidas de protección personal adecuadas, como ya se ha mencionado. En coherencia con el principio de precaución, la OMS recomienda la utilización sistemática del preservativo cuando se tienen relaciones sexuales (penetración insertiva y receptiva oral, anal y vaginal) durante las 12 semanas posteriores a la recuperación a fin de evitar la posible transmisión de la viruela símica.
Los residentes de países donde la viruela símica lleva mucho tiempo presente y los viajeros a esos países deben evitar el contacto con mamíferos enfermos (vivos o muertos) que pudieran ser portadores del virus de la viruela símica, como los roedores, los marsupiales y los primates; también deben abstenerse de comer o manipular carne de caza (animales salvajes).
La OMS publica constantemente datos actualizados en su página de preguntas y respuestas sobre la viruela símica, en las plataformas de comunicaciones públicas y en otros documentos. Sírvase consultar los enlaces que figuran en la sección «Respuesta de salud pública».
Prevención y control de infecciones en los establecimientos de salud
La aplicación de medidas adecuadas de prevención y control de infecciones es fundamental para mitigar y controlar la transmisión de la viruela símica en los establecimientos de salud y los entornos comunitarios. Esto incluye aplicar una jerarquía de controles (administrativos, ambientales y técnicos) y utilizar equipo de protección personal para reducir el riesgo de exposición al virus de la viruela símica en los establecimientos de salud.
Los trabajadores de la salud deben adoptar sistemáticamente las precauciones habituales, que incluyen la evaluación de riesgos en cada interacción con el paciente; la higiene respiratoria y las precauciones al toser y estornudar; la colocación adecuada de los pacientes; la utilización de equipo de protección personal; las técnicas asépticas; las prácticas seguras de inyección y la prevención de lesiones con objetos punzantes; la limpieza y desinfección del entorno; la manipulación adecuada de la ropa de cama y de lavandería; la descontaminación y esterilización de los artículos y equipo de atención del paciente reutilizables; y gestión de los desechos.
La OMS aconseja que se adopten las precauciones para evitar la transmisión con todos los casos sospechosos o confirmados de viruela símica.
Atención y tratamiento clínicos
Los pacientes con viruela símica deben recibir tratamiento sintomático para aliviar los síntomas leves, por ejemplo, antipiréticos en caso de fiebre y analgésicos en caso de dolor. Las lesiones cutáneas deben mantenerse limpias y es importante mantener una alimentación y rehidratación adecuadas. También debe darse orientación a los pacientes sobre los signos y síntomas de las complicaciones que requieren atención urgente.
En casos raros, los pacientes con viruela símica pueden presentar complicaciones graves y potencialmente mortales. Por ejemplo, la confluencia de lesiones cutáneas es sensible a infecciones bacterianas de la piel o de los tejidos blandos como la celulitis, los abscesos y las infecciones necrosantes de los tejidos blandos, que requieren un meticuloso cuidado local de las heridas y, en algunos casos, tratamiento antimicrobiano. La acumulación subcutánea de líquido en la fase de formación de costras puede conllevar una disminución del volumen intravascular y choque, así como exfoliación, lo que produce zonas de piel que pueden requerir desbridamiento quirúrgico y un injerto. Otras complicaciones poco frecuentes son la neumonía grave y la dificultad respiratoria; infección de la córnea que puede ocasionar pérdida de la visión; pérdida del apetito; vómitos y diarrea que producen deshidratación grave, anomalías electrolíticas y choque; linfadenopatía cervical que da lugar a absceso retrofaríngeo o afectación respiratoria; sepsis o choque séptico y, en casos raros, encefalitis y muerte. Por consiguiente, la atención clínica debe centrarse en tratar el síndrome clínico, mantener un buen estado nutricional y una buena hidratación, y prevenir las complicaciones y secuelas, según sea necesario.
Se pueden administrar antivíricos a los pacientes con viruela símica en el marco de ensayos controlados aleatorizados, y conviene recoger los datos clínicos normalizados y los datos de los resultados de los pacientes a fin de obtener rápidamente pruebas sobre la eficacia y la seguridad del tratamiento. Si esto no es posible, los antivíricos pueden utilizarse en el marco de protocolos de acceso ampliado, por ejemplo, el uso de emergencia supervisado de intervenciones no registradas y en investigación (MEURI). Para más información, véase la referencia relativa a la consulta sobre el proyecto de investigación y desarrollo de la OMS.
Para obtener más información, consulte Clinical management and infection prevention and control for monkeypox (10 de junio de 2022, en inglés).
El objetivo de la respuesta mundial contra la viruela símica es controlar el brote epidémico y aplicar eficazmente las medidas de salud pública para evitar una mayor propagación de la enfermedad. El uso racional de las vacunas puede ayudar a lograr este objetivo.
Hace poco se autorizó el uso de una vacuna contra la viruela símica. Algunos países disponen de productos vacunales contra la viruela y podría estudiarse la posibilidad de utilizarlos conforme a las directrices nacionales. Según el país, las vacunas pueden ponerse a disposición por las autoridades nacionales en cantidades limitadas.
Enfoque de «Una sola salud»
Se han identificado diversos mamíferos salvajes sensibles al virus de la viruela símica en zonas afectadas por la enfermedad desde hace mucho tiempo, entre ellos, ardillas africanas (Funisciurus), ardillas arborícolas, ratas de Gambia, lirones y primates. Algunas especies son asintomáticas, en particular aquellas sospechosas de ser reservorios (roedores), y otras especies, como los monos y los grandes simios, presentan erupciones cutáneas similares a las observadas en los seres humanos. Hasta el momento, no hay casos documentados de animales domésticos o de ganado infectados por el virus de la viruela símica. Tampoco hay pruebas documentadas de la transmisión de la viruela símica de los seres humanos a los animales. Con todo, sigue habiendo un riesgo hipotético de transmisión de los seres humanos a los animales, por lo que deben adoptarse medidas apropiadas, entre ellas las siguientes: el distanciamiento físico entre las personas con viruela símica y los animales de compañía, y la gestión adecuada de los desechos para evitar que la enfermedad se transmita de personas infectadas a animales vulnerables en el hogar (incluidas las mascotas), los zoológicos y las reservas de vida silvestre, y también a animales peridomésticos, en particular los roedores.
Las reuniones crean un entorno propicio para la transmisión del virus de la viruela símica cuando suponen interacciones estrechas, prolongadas y frecuentes entre las personas, lo que puede exponerlas al contacto con lesiones, líquidos corporales, gotículas respiratorias y objetos contaminados. Actualmente no es necesario posponer o cancelar las reuniones como medida predeterminada en las zonas donde se han detectado casos de viruela símica. Para disminuir el riesgo de transmisión de la viruela símica en las reuniones conviene adoptar las siguientes medidas precautorias:
Como es práctica habitual para las reuniones, y más aún durante la pandemia de COVID-19, se pide a las autoridades y los organizadores de eventos que apliquen el enfoque basado en los riesgos recomendado por la OMS para tomar decisiones, y que lo adapten a los eventos sociales previstos, ya sean grandes o pequeños. En el contexto del brote actual, deben examinarse y tenerse en cuenta los riesgos asociados a la viruela símica.
Viajes internacionales y puntos de entrada
Sobre la base de la información disponible en este momento, la OMS no recomienda que los Estados Miembros adopten ninguna medida relacionada con los viajes internacionales para los viajeros entrantes o salientes.
Toda persona que se sienta mal, incluidas las que presentan fiebre con una afección similar a una erupción cutánea, o esté siendo considerada como caso presunto o confirmado de viruela símica por las autoridades de salud pertinentes, debe abstenerse de viajar, incluidos los viajes internacionales, hasta que se declare que no constituye un riesgo para la salud pública. Toda persona que presente una afección similar a una erupción cutánea durante un viaje o a su regreso debe informar inmediatamente a un profesional de la salud, y facilitar información sobre todos sus viajes recientes y su historial de vacunación antivariólica, así como información sobre sus contactos más cercanos, de conformidad con las orientaciones provisionales de la OMS sobre vigilancia, investigación de casos y rastreo de contactos para la viruela símica (en inglés). Las personas identificadas como contactos de casos de viruela símica y que, por tanto, estén sometidas a una vigilancia de su estado de salud, no deben realizar ningún viaje, incluso internacional, hasta que finalice su periodo de vigilancia.
Los funcionarios de salud pública deben colaborar con los operadores de viajes y sus homólogos de salud pública en otros lugares con objeto de ponerse en contacto con los pasajeros y otras personas que pudieran haber mantenido contacto con personas infectadas mientras viajaban. En todos los puntos de entrada se debe poner a disposición del público material informativo sobre salud y comunicación de riesgos, con información sobre cómo detectar los signos y síntomas de la viruela símica, las medidas de precaución recomendadas para detener la propagación de la enfermedad e indicaciones para encontrar atención médica, de ser necesaria, en el lugar de destino.
La OMS insta a todos los Estados Miembros, las autoridades de salud de todos los niveles, los médicos, los asociados de los sectores sanitario y social, y los asociados de los ámbitos universitario, de la investigación y comercial a que intervengan rápidamente para contener la propagación local del virus y, por extensión, el brote de viruela símica en varios países. Hay que actuar con rapidez para evitar que el virus se establezca como agente patógeno humano con transmisión eficaz de persona a persona en las zonas afectadas durante mucho tiempo, así como en las zonas recientemente afectadas.
Para más información sobre la viruela símica, sírvase consultar los documentos siguientes.
Directrices y recomendaciones de la OMS en materia de salud pública