En Chignahuapan existe un lugar donde se enaltecen gran parte de los atractivos turísticos, artesanales y gastronómicos de la Sierra Norte de Puebla. Su nombre es Casa Esmeralda y ahí los turistas pueden conocer de principio a fin este Pueblo Mágico.

En el sitio, por ejemplo, se encuentra un paraíso de dulces típicos y también se vende rompope elaborado de forma artesanal como parte de un legado familiar.

Para los amantes de la comida y la bebida, en este mágico sitio pueden encontrar infinidad de opciones con productos de la región.

Por su parte, Neyrayelin Torres compartió que en Casa Esmeralda hay venta de mole tradicional elaborado en Chignahuapan, así como salsas de chiltepín, de frutos secos y de chile morita ahumado.

Elba Vázquez, del negocio PAU-CALI, señaló que sus productos están elaborados con maíz, como el agua de pinole y galletas en horno de leña, pero también comercializa buñuelos y pan de elote cocido en comal de barro.

Aunado a ello, Nelly Reyes mencionó que en esta casa artesanal se venden chocolates para untar, como el de crema de avellana que, a diferencia de los productos comerciales, no contiene tanta grasa y no es empalagoso.

En el área gastronómica también se encuentra un local de miel llamado Panalito, la cual producen apicultores en el mismo municipio, donde se elaboran dulces medicinales de sabores con base de miel, jabones y paletas.

Al final de todo un paraíso culinario se encuentra una de las áreas preferidas: las cervezas artesanales. Gabriela López narró a MILENIO Puebla que, a la fecha cuentan con notas de sabores cítricos dulce, chocolate, nuez y café, así como malta tostada y con infusión de café, manzana y frambuesa.

Este sitio turístico también es hogar de artesanos de la región, ya que exponen y ponen a la venta desde utensilios de barro y de madera, hasta prendas y productos de belleza orgánicos.

En la misma área de artesanías, Mariela Hernández, quien junto con su familia elabora utensilios de madera, aseguró que buscan preservar el uso de los tradicionales juguetes, pero que, son los adultos mayores quienes suelen adquirir más sus piezas.

En tanto, Araceli elabora prendas de yute, desde zapatos, pasando por carteras, bolsos y monederos, con diseños personalizados con la historia y emblemas turísticos de este Pueblo Mágico.

Más adelante, Elizabeth Pineda comercializa cosméticos naturales, biodegradables y veganos. Carisa Flores, una joven artesana, emprendió junto con su familia la marca “Mi Casa Yolin”, que abarca artesanías de barro, cerámica, resina, lana y fieltro.

Por último, María Santo vende plata, pero su hija adecua con moldes figuras únicas como el kiosco morisco centenario del centro de Chignahuapan o los bellos ajolotes, especie endémica de la región.

Aunado a ello, la zona mezcalera es una de las preferidas de los visitantes, comandada por Lizbeth, quien da una explicación muy amplia de principio a fin a los visitantes sobre la elaboración de esta bebida bajo el nombre de “La Mexicana”, cuyas plantas de agave comienzan a ser sembradas en la región.

Así, fundada en 2006, Casa Esmeralda ha acogido y abierto sus puertas a los mejores artesanos, fabricantes y cocineros, para ofrecer a los turistas una experiencia única e incomparable en su visita a Chignahuapan.