Chevron grande

2022-03-04 08:30:45 By : Ms. Ann Yang

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Por Claudio M. de Prado

Que en España tenemos un clima privilegiado en comparación con otros países de nuestro entorno no es ningún secreto. Y no lo decimos solo para presumir frente a esos vecinos europeos que están pensando en sus próximas vacaciones, sino también porque gracias a eso tenemos la suerte de poder tender la colada en el exterior de nuestras casas para que la ropa se seque de manera natural en muy poco tiempo, con el ahorro extra de energía y dinero que eso supone.

Pero que en nuestros domicilios sea normal la ausencia de un electrodoméstico tan habitual y esencial en otros lares como la secadora no significa que no haya gente que prefiera tirar de tecnología para secar su ropa. De hecho, cada vez son más los fans de esta máquina. 

¿Las razones? Muchas y todas entendibles: no tener tiempo para esperar tanto después de poner una lavadora, falta de espacio para tender en interior porque no tenemos suficientes metros cuadrados en el piso o porque la normativa municipal impide hacerlo en la fachada, por simple comodidad…

Algo bueno deben tener las secadoras porque quien las prueba, ya nos las abandona. Eso sí, hasta ahora para darse este capricho había que asumir un desembolso extra de dinero todos los meses. Y no tanto porque las secadoras en sí sean caras, sino por el gasto de energía que supone ahora que la factura de la luz está tan alta.

Quizás es eso lo que explica el enorme éxito de las bolas de lana para secadora, un pequeño invento que ha demostrado ahorrar entre un 25% y un 40% de energía en cada ciclo de secado independientemente de si se usa en secadoras por bomba de calor, por condensación o por aire de extracción. Y esto sin tener que renunciar a que la ropa salga tan suave y mullida como hasta ahora.

¿Pero como lo consiguen? Es muy sencillo. Estas bolas de lana natural, que no contienen sintéticos ni productos químicos y por lo tanto no contaminan ni provocan alergias, mantienen los tejidos separados durante el secado permitiendo que el aire y el calor circulen mejor entre las prendas. Así, el tiempo necesario para eliminar la humedad se reduce considerablemente a la vez que se evita que aparezcan arrugas y pliegues que obligan a tener que planchar la ropa. De hecho, tanto es así que incluso puedes prescindir de usar suavizantes químicos durante el proceso de lavado, algo que se traduce en un mayor cuidado del medio ambiente.

Y sí, aunque suene a magia, este sistema en teoría tan simple funciona. Al menos eso lo demuestra las más de 3.000 opiniones positivas que tienen las bolas de lana de la marca Lahela, las mejor valoradas y más vendidas ahora mismo en Amazon. Cada pack incluye seis bolas reutilizables de fieltro tejidas a mano con lana de oveja neozelandesa en una empresa familiar de Katmandú que garantiza la producción en condiciones de trabajo justo para todas sus trabajadoras.

Claro que no son las únicas. En la plataforma podrás encontrar bolas de lana de diferentes marcas, algunas como esta de Echoss incluso en pack con uno o dos botes de aceites esenciales que, si pones unas gotitas en las bolas antes de usarlas en la secadora, harán que tu ropa huela aún mejor cuando salga de ella.

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