La industria viene sufriendo las consecuencias de la inflación global, que además de erosionar el poder adquisitivo de los consumidores, genera un aumento en los precios de una serie de insumos y materias primas.“El aumento de estos costos limita la producción industrial y la generación de empleo, al reducir la productividad y la capacidad de inversión de la industria”, dijo Robson Braga de Andrade, presidente de la CNI (Confederación Nacional de la Industria), en el seminario “El Balance de Poderes”, realizado por Esfera Brasil.El ejecutivo participó del panel “Los Motores de Brasil y la seguridad institucional” junto a Luis Henrique Guimarães, presidente del Consejo de Administración de Abrasca (Asociación Brasileña de Empresas Públicas), e Isaac Sidney, presidente de Febraban (Federación Brasileña de Bancos).Según el presidente de la CNI, las dificultades que enfrenta la industria brasileña provienen de su falta de competitividad, reflejo de su baja productividad, asociada a deficiencias en el entorno económico e institucional.Las empresas brasileñas podrían beneficiarse de una política industrial nacional que otorgaría ventajas competitivas a las empresas radicadas aquí, como es el caso de países como Alemania, Estados Unidos, Corea del Sur, China y la Unión Europea.Otro sector digno de mención, según él, es el de maquinaria y equipo, que actualmente produce casi un 20% más que en el período previo a la pandemia.Los sectores de celulosa y papel y biocombustibles también tienen mayor producción respecto a ese momento: 6,5% y 4,5% más, respectivamente.“Preocupados por tener un mayor control sobre el proceso productivo y la generación de empleo, los países desarrollados se están moviendo para acercar la producción a sus mercados internos. Esto se ve facilitado por las nuevas tecnologías digitales, que reducen la importancia de la mano de obra barata de otros países”, dice.Andrade destacó que, a pesar del débil ritmo de crecimiento, en los últimos años Brasil ha hecho concesiones y privatizaciones que generarán inversiones privadas en infraestructura de casi R$ 1 billón en los próximos 10 años – y que eso “da más confianza al empresario sociedad brasileña con respecto al crecimiento y desarrollo futuro.“Hoy, hay estados en el sur y el medio oeste con dificultades para encontrar trabajadores.En otras palabras, ya existe un movimiento de necesidad de importar mano de obra de otros estados brasileños.Eso generará confianza, un ciclo de confianza está en el crecimiento y desarrollo de Brasil”, dice.También reforzó que hay plena confianza en la democracia y las instituciones brasileñas: “Este es un tema que ni siquiera consideramos en los debates de la industria.Lo que necesitamos es seguridad jurídica, reforma tributaria, reforma administrativa, para darle a las empresas aún más posibilidades de crecer, en todos los sectores”.De cara a las próximas elecciones, el Ejecutivo espera que los candidatos presidenciales presenten un plan consistente que busque superar las adversidades actuales y solucionar viejos problemas que comprometen el desempeño de la economía brasileña.Un punto a tener en cuenta es que, a pesar de las dificultades económicas, la industria de la construcción ha mostrado un desempeño muy positivo.El seminario “El Equilibrio de Poderes” reunió por primera vez en el actual gobierno a representantes de los Tres Poderes para hablar sobre la solidez institucional del país.Participaron los ministros Ciro Nogueira, de la Casa Civil, y Dias Toffoli, del Supremo Tribunal Federal, y los presidentes de Cámara y Senado, Arthur Lira y Rodrigo Pacheco, respectivamente.La totalidad del seminario se puede ver en el canal de YouTube de Esfera