¿El haber normalizado el consumo de alcohol a tempranas edades nos está pasando factura?, ¿esto es nuevo? Ángel Llerena nos comparte su conocimiento respecto a este tema: Qué es lo “normal” referente al consumo de esta bebida
El consumo del alcohol va de la mano con las situaciones sociales. No es un aspecto aislado, siempre va a estar relacionado con diferentes aspectos del entorno personal y social, principalmente, el familiar. El consumo de alcohol, no solo en Riobamba, sino en Ecuador, en general, es iniciado visualmente, al menos en cuanto al consumo dentro de la familia. El consumo de alcohol no se da de manera independiente, no es algo que sucede simplemente porque sí. Hay que tomar en cuenta que ya existe un aprendizaje previo por parte de los infantes, de los adolescentes, del entorno social, y este entorno social que tenemos es la familia.
Actualmente creo que sí hay un aumento o incremento en el consumo de alcohol. Eso, obviamente, va reflejado con la situación social; es decir, los índices de desempleo, de falta de actividades, de propósitos y objetivos de vida facilitan que las personas puedan caer en un consumo perjudicial de alcohol, ya que no saben qué hacer frente a ello.
El consumo de alcohol no es algo novedoso, esto se da desde épocas prehistóricas, incluso hay ciertos primates que consumen frutas fermentadas para entrar a un estado de embriaguez; esto no es algo extraño, novedoso, en los homínidos de este planeta. El problema está en saber cómo se encuentran actualmente y socialmente las personas.
El consumo de alcohol nos permite disociar la realidad, al igual que otro tipo de drogas, con la única diferencia de que ésta es de venta y consumo legal, pero tiene el mismo objetivo. De una manera u otra, lo que va a generar es que nos disociemos de nuestra realidad.
La concepción personal. De alguna manera tratamos de justificar un acto nocivo, pero dentro de cánones que nos permitan mantener cierto control: dentro del hogar yo puedo generar un cierto control y me da la ilusión de seguridad por parte de los jóvenes. “Si está bebiendo en la casa, yo sé dónde está. Y si se embriaga no le va a pasar nada, más allá de la embriaguez”. Nos estamos resignando a que el consumo de alcohol es algo inevitable.
El consumo de alcohol, socialmente, va a ser algo casi ineludible, sea en el ámbito familiar o, posteriormente, laboral. Todos los entornos sociales están alrededor del alcohol. Si vamos a una reunión familiar, o laboral, se torna incómodo el momento en que el consumo de alcohol no está presente. Éste es el lubricante social, ésta es la manera en la que nosotros empezamos a tomar la iniciativa para las conversaciones, y poder vincularnos con otras personas. De esta manera, se busca que las relaciones entre compañeros de trabajo o familiares, que estaban con ciertos inconvenientes o conflictos sean más fáciles de tolerar.
Claro. La idea original o la intención inicial siempre es llegar a un punto en el que se consiga una conexión, un vínculo con las otras personas que están consumiendo. El alcohol tiene un efecto inhibidor de nuestro sistema nervioso. Lo que va a generar que nuestras funciones intelectuales sean reducidas, que casi se anulen completamente. Y eso permite que nuestras emociones se manifiesten de manera primitiva, con ira, con pasión, con lujuria, pero de forma muy, digamos, natural, sin filtro social. Y precisamente ahí es cuando empiezan a salir estos conflictos que ya existían.
Para finalizar el presente diálogo, ¿la rehabilitación de adictos interesa a los demás? La rehabilitación es un proceso bastante, extremadamente complicado. Los que sufren esta enfermedad crónica, esta patología del alcoholismo, son personas que van a tener que lidiar con esto por el resto de su vida, pues, el momento en que ya generan una dependencia va a forzar que la persona se vincule y necesite el consumo de alcohol.
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